Los humedales, tanto en Chile como en el mundo, se ven constantemente amenazados por una gran cantidad de actividades humanas, muchas de las cuales está en nuestras manos evitar.
Si bien, los humedales son ecosistemas hermosos que nos permiten contemplar la belleza de la naturaleza y conectar con ella, debemos recordar que son lugares de protección, los cuales requieren de la menor intervención posible. En ellos habita una gran biodiversidad de especies que pueden verse perturbadas con actividades antrópicas provocando incluso la muerte de individuos. Estos ecosistemas naturales deben ser manejados bajo planes y acciones pensadas para compatibilizar la conservación y el uso sustentable que pueda dárseles y es por eso que te damos algunos consejos de qué hacer y qué no hacer en un humedal.
Los humedales, a pesar de ser en muchos casos lugares públicos, no son lo mismo que un parque, plaza o jardín. Estos últimos son creados para la recreación humana y se manejan de tal manera que las personas puedan hacer uso de estos espacios de forma recreativa y de esparcimiento.
En cambio, un Humedal, aunque se encuentre dentro de los límites urbanos, es un ecosistema natural que no ha sido pensado ni creado para la recreación, por lo tanto, es importante recordar que no son un lugar apto para actividades recreativas que generen impactos negativos y que no estén en concordancia con el manejo de lugar.
Te damos algunos ejemplos:
- Pasear, cuidar y entrenar a tus mascotas: los animales domésticos sin supervisión son una de las principales amenazas a la conservación de especies a nivel mundial. Incluso con supervisión, estos son capaces de alterar el comportamiento natural de las especies presentes en un humedal, contaminarlo, transmitir enfermedades y dar muerte a individuos. La presencia de gatos y perros en ambientes naturales constituye una grave amenaza a la conservación de especies y son la causa de extinción local en varios casos en el mundo. Evitarlo es simple, NO lleves a tus mascotas a lugares naturales que no estén preparadas ni sean aptas para ellas.
- Realizar actividades deportivas: Muchas veces no notamos que algunas especies nidifican en el suelo, o que la alteración que realizamos a un parche de vegetación puede significar una gran amenaza en la conservación de un anfibio. El impacto de una corrida, una rueda de bicicleta, moto o auto va mucho más allá de lo que podemos ver a simple vista. Utiliza siempre senderos o caminos delimitados, ya que estos han sido pensados y creados para este fin minimizando los riesgos a la naturaleza.
- Organizar eventos, juntas, fiestas o actividades masivas que impliquen contaminación acústica, generen basura o residuos y que impacten directamente en el ecosistema como por ejemplo la realización de fogatas, extracción de componentes vitales como flora, recursos minerales o el agua, así mismo su modificación o contaminación. Independientemente de la naturaleza del evento, la contaminación acústica y el exceso de personas puede perturbar el comportamiento de las especies, así como el fuego arrasar con todo a su paso. Si quieres pasar tiempo en un humedal te recomendamos llevar snacks preparados, tener una bolsa para llevarte tu basura y utilizar sectores habilitados para picnic en caso de existir.
- Los humedales NO son lugares de caza ya que en ellos habita una gran diversidad fauna nativa. Si deseas cazar, hazlo solo en lugares habilitados para ello (cotos de caza) y en los periodos establecidos por ley.
No obstante, no es nuestra intención aislar estos ecosistemas de los seres humanos, sino más bien mejorar la relación que tenemos con ellos, fomentando el acercamiento de las comunidades a sus espacios naturales desde la perspectiva del respeto, el cuidado y mantenimiento de los humedales, lo cual no tan solo beneficia al ecosistema mismo, sino también a nosotros, que hacemos uso directo e indirecto de sus beneficios.
Un humedal SÍ ES un lugar para contemplar y conectar con la naturaleza, servir de laboratorio vivo para la educación y enseñanza y ser un espacio de encuentro comunitario; Todo esto siempre y cuando se realice con el mínimo impacto posible y sin afectar el equilibrio de la dinámica natural ni la integridad de sus especies. Es importante contar con planes de manejo, ordenanzas municipales o simplemente guía de buenas prácticas que permitan compatibilizar las actividades posibles de realizar en un humedal con el cuidado, protección y conservación de estos ecosistemas y que se impulse una nueva forma de vincularnos con el medioambiente.
Disfrutemos sanamente de nuestros espacios naturales y convivamos en armonía con la naturaleza.
Si quieres conocer más sobre las amenazas que enfrentan los ecosistemas de humedal y nuestro trabajo puedes visitar nuestras RRSS, y aquí mismo podrás hacerte socio o participar en cualquiera de nuestras modalidades de apoyo.
¡Súmate a la protección y conservación de los humedales!
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