«Fiu» en Algarrobo: nuevo registro del siete colores en humedal San Jerónimo

«Fiu» en Algarrobo: nuevo registro del siete colores en humedal San Jerónimo

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Durante el monitoreo mensual de biodiversidad realizado por Fundación Kennedy en el Humedal Urbano San Jerónimo, en la comuna de Algarrobo, se registró por primera vez la presencia del Siete colores (Tachuris rubrigastra), un pequeño y llamativa ave que habita los humedales de Chile. Con este nuevo avistamiento, el número total de especies de aves registradas por nuestro equipo en este humedal asciende a 79.

El Siete colores es conocido por su vibrante plumaje multicolor y su estrecha relación con ecosistemas acuáticos, donde encuentra alimento y refugio. Su presencia en San Jerónimo es una señal más de la relevancia ecológica del humedal y de su potencial como hábitat para diferentes especies de alta sensibilidad ambiental.

Durante esta jornada también se observaron otras especies relevantes, entre ellas:

  • Tagua común (Fulica armillata), en etapa de construcción de nido;
  • Crías de Pato rana (Oxyura vittata);
  • Tagua de frente roja (Fulica rufifrons);
  • Picaflor chico (Sephanoides sephanoides);
  • Cachudito (Anairetes parulus);
  • Chercán (Troglodytes aedon);
  • Gansos domésticos (Anser anser), especie introducida en el humedal, cuya conducta territorial ha generado conflictos con aves.

Monitoreo como herramienta de conservación

Como parte del trabajo en terreno, Fundación Kennedy realiza monitoreos mensuales de biodiversidad en los humedales donde desarrolla proyectos de conservación. Estas observaciones permiten conocer la composición de especies, detectar cambios en el ecosistema y evaluar su estado de salud.

Las aves son considerados bioindicadores, ya que su presencia y comportamiento reflejan la calidad del hábitat. Este tipo de información es clave para diseñar estrategias de conservación basadas en evidencia científica, especialmente en humedales urbanos expuestos a múltiples amenazas.

Desde la fundación valoramos profundamente estos registros, que refuerzan la importancia de conservar y proteger los humedales urbanos como refugios de biodiversidad y como espacios esenciales para la educación ambiental y la resiliencia ecológica de las ciudades.

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